Por Fanny Díaz
Este año el final del verano resultó eclipsado por las fiestas mayores (Rosh Hashaná, Iom Kipur y Sucot), que llegaron más temprano que otras veces.
Por eso quisiera guardar algunos colores veraniegos para volver a ellos cuando las lluvias y el frío húmedo de Israel amenacen con hacerme olvidar la luz.
Unas mariposas emergiendo del libro de la vida del artista estadounidense David Kracov fueron el primer guiño del verano desde la vitrina de una galería de arte en Jerusalén.
Las flores multicolores de la plaza Habima en Tel Aviv me recuerdan que vivo en un país que después de 65 años sigue embelleciendo el desierto.
Fashion y Pantone, vieja dupla, me han alegrado la vida por muchos años. Esta vez lo hacen desde la bolsa de una popular cadena de ropa israelí.