Manos a la esponya y bienvenido a Israel

Comienzos_ViejacasanuevaNunca hubiera imaginado que fregar el piso podría llegar a ser un código cultural, o cuando menos lo más próximo a un rito de pertenencia femenino –y quizás también masculino, pero de ello no puedo dar testimonio, por razones obvias– que he conocido. Pero no limpiar de cualquier manera. En Israel el elaborado ritual recibe el nombre de esponya, y como todo código responde a normas “que regulan unitariamente una materia determinada” (rae.es). Por eso existen los códigos, porque éstos son una de las pocas formas de asegurar que algo pasará de una generación a otra sin mayores variantes.

Iniciar al recién llegado –y algunas veces a quien ya no lo es tanto pero aún no ha entendido bien los intríngulis del asunto, como es mi caso– en el arte de la esponya es sin duda un gesto de buena voluntad y acogida. Para quienes llegan, abrirse a otras maneras de hacer incluso las cosas más simples es asumir la disposición de aceptar nuevas reglas. Un rito de pasaje por donde se mire.

Aunque elaborado y codificado, el proceso de la esponya no responde a principios complejos. En Israel no hay tiempo ni paciencia para eso. Se trata básicamente de una manera de lavar el piso con mucha agua y esfuerzo.

Por supuesto, como paso previo el piso debe haberse barrido. A continuación se preparan los instrumentos para la esponya. Nada de ir a buscar lo que se necesite “como vaya viniendo”. Todo debe estar listo antes de comenzar. Para esto se llena un balde de agua con jabón, limpiador para pisos o lejía (aquí llamada ‘económica’, lo cual merecería un capítulo aparte), que a continuación se vacía en la superficie a lavar.

En casos extremos se frota el piso con una escoba para quitar el sucio y luego se saca el agua con lo que en algunos países llamamos haragán o más comúnmente secador de pisos. En días “normales” puede prescindirse de la escoba. Si se está en modo obsesivo, se vuelve a cubrir el piso con agua limpia, pero en la mayoría de los casos simplemente se pasa el coleto o mocho mojado para asegurar que el piso haya quedado bien limpio. Muchos años atrás, según cuentan, se usaba para esto un aparatoso palo con esponja llamado esponyador­, de donde proviene el nombre de la tarea que nos ocupa. Por último se pasa un trapo seco.

Uno diría que después de esto el piso quedará limpio durante meses, pero no. Si se trata de una oficina o una escuela, al día siguiente hay que volver a lavarlo de la misma manera. Y en casa, cada semana o con la frecuencia que el ánimo doméstico lo disponga.

Lavar el piso con balde y trapo, tal como se usa en innumerables países alrededor del mundo, es conocido como esponya americait, sinónimo de básicamente limpiar con agua sucia. Y no les falta razón, claro.

Pese a mis esfuerzos antropológicos aún no he podido dar con una versión confiable de sus orígenes culturales. He leído que en algunos países de Europa del Este se usa un método de limpieza parecido, pero desconozco si tiene el carácter de marca cultural que detenta la esponya en Israel.

Limpiar, con cualquier método, no entra en mi lista de actividades predilectas, pero si en nombre de la pertenencia hay que dominar la técnica de la esponya, sea bienvenido este rito de pasaje. Espera, ¿sólo hace falta esa lección y su correspondiente práctica para considerarse israelí? Walla, leat leat, lo col caj pashut. Por Dios, poco a poco, no es tan simple.

Fuentes: experiencia personal. Si alguien tuviera dudas de mi versión, sólo tiene que consultar esta “Guía para principiantes en cinco pasos”.

Fanny Díaz


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Ein Hod Vitral Viejacasanueva.net

Ein Hod: arte, comunidad y galería abierta en Israel

Señal Ein Hod Viejacasanueva.netEn 1953 el artista y arquitecto israelí de origen rumano Marcel Janco (Marcel Hermann Iancu) impulsó la fundación de una colonia de artistas llamada Ein Hod, al pie del monte Carmel en el distrito Haifa, al norte de Israel. Se trataba sin duda de un experimento vanguardista que todavía hoy tiene pocos paralelos en el mundo.

La vida de Ein Hod gira, como puede imaginarse, en torno al arte, especialmente artes visuales, aunque la música y el teatro tienen también un lugar privilegiado. Es, por lo tanto, una visita para amantes de lo creativo. Por supuesto, seguro casi todo el mundo encontrará algo interesante en su recorrido por este singular poblado.

Los mejores días para visitar Ein Hod son los viernes y sábados, cuando casi todas las galerías y los talleres de los artistas abren al público y las calles se llenan de visitantes. El resto de la semana hay poca actividad, sin embargo, muchos establecimientos están abiertos. Mi visita fue corta y en uno de esos días de poco movimiento. Como recompensa pude caminar libremente y husmear entre las innumerables esculturas que adornan las calles y caminos del poblado.

Ein Hod David HymanFotografía: David Hyman

Lugares en Ein Hod

Museo Janco Dada Ein Hod

Marcel Janco fue uno de los fundadores del dadaísmo, si bien en diferentes etapas de su vida exploró diversas tendencias y expresiones artísticas. Uno de los sitios que más atrae al público es el Museo Janco Dada, construido en 1983 para preservar el trabajo y las ideas de Janco. También puede visitarse el estudio del artista, que ofrece la oportunidad de explorar su cotidianidad creativa.

Otra parada, que no tuve tiempo de hacer, es el Museo Nisco de Música Mecánica, el cual hospeda una colección de cajas de música antiguas y otros instrumentos musicales mecánicos. Creada por el cineasta estadounidense Nisan Cohen en la década de los setenta, la colección no ha dejado de crecer. El Museo Nisco ofrece una visita guiada de 40 minutos y conciertos.

La Galería Central de Ein Hod es una de las mayores y diversas galerías de arte de Israel. Posee además una de las más extensas colecciones de arte israelí. Otra parada obligatoria.

Beit Gertrud Kraus, Gertrud Kraus House, organiza conciertos de música de cámara y conferencias sobre diversos temas vinculados con el quehacer artístico. El jardín de la que fuera la casa de esta artista multifacética es otro de esos rincones inesperados de Ein Hod.

Tips

Ein Hod Escultura Viejacasanueva.net

  • El Museo Janco Dada organiza un tour teatral titulado “Memorias de Ein Hod”, que incluye la historia del poblado, algunas galerías y talleres de artistas y el estudio de Marcel Janco.
  • El Museo Janco Dada y la Galería Central están cerrados los lunes. El Museo Nisco de Música Mecánica cierra los domingos.
  • Muchos artistas ofrecen la oportunidad de realizar talleres cortos en diferentes especialidades, como pintura, cerámica, estampado de tela y joyería, tanto para adultos como para niños.
  • Un tour con Dan y Lea Ben-Arye es una de las mejores maneras de conocer los secretos de Ein Hod.
  • Ein Hod es un poblado pequeño con una vida dinámica: sus cafés y restaurantes también merecen una visita.
  • Ein Hod está rodeado del verdor del monte Carmel, sembradíos de aceitunas y casi desde cualquier punto puede verse el mar Mediterráneo. Aprovecha un momento para disfrutar de esa vista maravillosa.

Ein Hod Esculturas Viejacasanueva.net

Ein Hod Esculturas Viejacasanueva.net

Ein Hod Esculturas Viejacasanueva.net

Ein Hod The Three Angels of Music

Ein Hod Esculturas Viejacasanueva.net

Ein Hod Casas Viejacasanueva.net

Para quien ame el arte y quiera conocer otra cara de Israel. ¿Quién no?

Fanny Díaz


Fuentes e información útil

Página oficial de Ein Hod | www.ein-hod.org/

Qué hacer en Ein Hod según Dan y Lea Ben-Arye | ein-hod.info/

Página web del guía y fotógrafo David Hyman | www.davidhymanisrael.com


Tiberias_Viejacasanueva

Tiberias: esparcimiento y espiritualidad en un solo lugar

Mapa Tiberias

Creo que Tiberias y el Kinéret no podrían concebirse la una sin el otro. O por lo menos no Tiberias, una ciudad que se extiende en la orilla occidental del único lago de agua dulce de Israel, que a su vez parece extenderse al infinito desde casi cualquier punto de la ciudad.

Vagar por el centro de Tiberias y sentarme frente al Kinéret por horas, sin querer hacer otra cosa o estar en otro lugar, ha sido una de las experiencias más liberadoras de mi vida. No dudes en seguir tus impulsos de imitar la calma del lago. ¡La introspección da resultados!

Tiberias es el perfecto punto de entrada a la zona de Galilea (HaGalil en hebreo), la región norte de Israel, y también una insuperable base de operaciones para cualquier excursión en la zona.

Conocido en español como lago de Tiberíades, mar de Galilea o lago de Genesaret, en hebreo Kinéret proviene de la palabra kinor (violín), debido a la forma del lago. Tiberias debe su nombre al emperador romano Tiberio, en cuyo honor fue construida por el tetrarca Herodes Antipas en el año 18 de la era común.

Si el trekking y las aventuras acuáticas no son tu fuerte, o si como yo aprovechas el final del invierno para visitar Tiberias, cuando los turistas aún no han invadido la ciudad, disfruta de un lugar de dos mil años de historia, gente hospitalaria y máxima simplicidad.

Kineret frente al balcon
Amanecer frente al Kinéret desde el balcón de “mi casa”

Qué hice en Tiberias

  • Disfrutar de la hospitalidad local

Mi estadía en Tiberias fue la segunda experiencia en un apartamento alquilado a través de Airbnb. Parte del interés de hospedarse en estos lugares es interactuar con la gente del lugar. Mis vecinos, sin saberlo, forman parte de las inolvidables memorias que guardo de esta ciudad.

Sin conocerme ni saber de dónde vengo o adónde voy, mi vecina me invitó a tomar un café mañanero. Luego de unos minutos de conversación, ya yo había recibido una invitación a visitar la tumba de rabí Meir Baal Hanes junto con su esposo y su hijo a punto de hacer bar mitzvah. Luego me invitaron a cenar: una de las comidas más espléndidas que he probado en muchos años, porque “Siempre hay algo que celebrar. Lejáim”, dijo ella al brindar.

Tumba Rabi Meir Baal Hanes, Tiberias
Entrada a la tumba de rabí Meir Baal Hanes
  • Recorrer el paseo Yigal Alon o HaTayélet en hebreo

“Dejarse llevar por el aquí y ahora” podría ser el estado de ánimo perfecto para una caminata a las orillas del Kinéret. Cafés, restaurantes y puestos de comida israelí, un poco más allá el Museo al Aire Libre Tiberias y antiguas sinagogas e iglesias complementan el paseo.

Kineret desde Hataielet
Vista del Kinéret desde el paseo Yigal Alon
  • Caminar por las orillas del Kinéret en las afueras de la ciudad

La experiencia de caminar en playas de agua dulce tras un cortísimo viaje a las afueras de la ciudad en carro o autobús es indescriptible. Si aún es invierno, date permiso para hundir los pies en el agua, o aunque sea las manos. Si es verano, nada que agregar.

  • Comer pescado del “mar” de Galilea

Aunque no soy precisamente una gourmet ni pretendo serlo, y por lo tanto mis criterios culinarios no son de confiar, diría que este almuerzo o cena es una parada obligada en Tiberias. Pero si andas en una onda más casera, el sabij fue mi favorito.

  • Caminar, caminar, caminar
Sinagoga El Senor, Tiberias
Restos de la sinagoga sefardí El Senor, construida en 1839

Y principalmente curiosear. Respirar aire puro. Pensar. Disfrutar de una de las cuatro ciudades consideradas sagradas por el judaísmo, junto con Jerusalén, Hebrón y Safed. ¿Se puede pedir más?

  • Planear mi próxima visita a Tiberias

Un sitio que no visité y guardo en mi lista de lugares sefardíes: el Museo-hotel Dona Gracia. Será una de las primeras paradas en mi próxima visita a Tiberias. La edificación es un homenaje a doña Gracia Mendes Nasi o Hanna Nasi, la criptojudía portuguesa de origen español que en el siglo XVI promovió la creación de un asentamiento judío en Tiberias y salvó de la Inquisición a miles de judíos “nuevos cristianos” españoles y portugueses. Hoy su memoria es parte de la larga historia de los judíos sefardíes.

Visita el álbum Flores de Galilea
Fotografía: Yonatan Gan-El

FloresdeGalilea_Viejacasanueva
Flores de Galilea Yonatan Gan-El

¿Te animas?

Por Fanny Díaz


Fuentes e información útil

Página de la municipalidad de Tiberias

Mar de Galilea

Un poco de historia

12 Cool Things for Free in Tiberias


Un alto en Givat Shmuel

Escultura Givat ShmuelMi segunda parada fue Givat Shmuel. Necesitaba un espacio para estar con los amigos de “antes”, escuchar el acento caraqueño, comer arepas, tequeños y hallacas fuera de temporada. Necesitaba sentirme protegida por una comunidad que quedó atrás, hoy repartida por el mundo, cuyos vínculos tratamos de conservar en Israel.

No intentamos levantar un gueto venezolano, como pudiera interpretarse. Lejos de esto. Pero no podemos tampoco olvidar quiénes somos, de dónde venimos, cómo hablamos, qué comemos. No podemos negarle a los que vienen atrás una herencia que ha atravesado continentes, una y otra vez, que se fortalece con cada intercambio y se hace única. Es Marruecos, tumbao caraqueño con jaquetía, Europa de posguerra y esperanza hecha vida en Venezuela, palabrotas de Maracaibo, aires del Ávila, recuerdos sin nostalgias. Somos muchos y uno. Ahora somos israelíes. Estamos en casa, pero sabemos que allá hay otra casa, otros afectos, tantos afectos. Que siempre nos veamos en alegría, como dice uno de los más bellos saludos sefardíes.

Venezuela en Givat Shmuel
Un rincón de Venezuela en Givat Shmuel

 * * *

Escultura Bajista Givat ShmuelGivat Shmuel es una pequeña ciudad en el Distrito Central de Israel, localizada en la zona este del área metropolitana conocida como Gush Dan, que comprende la ciudad de Tel Aviv y sus alrededores. Vecina de Petah Tikva, Bnei Brak y adyacente al campus de la Universidad de Bar Ilan, Givat Shmuel es un excelente punto desde el cual moverse en el Gush Dan, y por añadidura en el resto de Israel.

Es considerada una de las ciudades con mayor índice educativo de Israel debido al alto número de estudiantes que obtienen la certificación de matriculación (bagrut) de la escuela secundaria. Se habla también de su alta tasa de aliá exitosa –inmigrantes que se han mantenido en Israel por más de cinco años–, y se nota.

Uno de los detalles que más me impresionó fue el respeto con el que las personas hablan de su alcalde, quien a pesar de su responsabilidad cumple con las tareas que le asigna la sociedad de padres en la escuela pública a la que asisten sus hijos.

La vida en Givat Shmuel es sencilla, familiar y de estrechos lazos sociales. Un complejo de tres centros comerciales, un centro deportivo público, áreas verdes y mucha amabilidad conforman su día a día. Aunque es una ciudad joven y dinámica, da la impresión de ser un lugar para familias jóvenes y parejas recién casadas. Para quien esté interesado en la movida nocturna y tener diversidad a la hora de entretenimiento, esta ciudad no parece ser una buena opción, a pesar de su cercanía a Tel Aviv. Pero quien busque un lugar para sentirse en casa, tendrá aquí las puertas abiertas.

GivatShmuel2_Viejacasanueva
Nuevo urbanismo para una ciudad en expansión

Por Fanny Díaz

Fuentes e información útil

Página de la municipalidad | http://www.givat-shmuel.muni.il/

Transporte | https://en.wikivoyage.org/wiki/Givat_Shmuel#Q152641

Wikipedia (inglés) | https://en.wikipedia.org/wiki/Giv’at_Shmuel

Division

El hada de las flores

Florista AshdodUno de mis primeros vínculos con Israel fueron las flores, y siguen siéndolo. Año tras año, viernes tras viernes, el ritual de comprar flores me ha mantenido conectada conmigo misma y con la belleza del mundo. Las flores me han salvado cada vez que he estado a punto de caer.

Así conocí a Tania, ahora mi amiga, una vendedora de flores que a la vez es florista y ama “darle felicidad y belleza a la gente”, como ella describe lo que hace. En una de nuestras primeras conversaciones me contó cómo llegó a las flores tras haber trabajado como policía por años. Un cambio radical, si se piensa en oficios. Siempre había querido ser florista y un día comenzó un curso casi a escondidas. Tras un divorcio intempestivo, se refugió en las flores y poco a poco encontró allí el centro de su mundo.

En mi último día en Ashdod, Tania me invitó a tomar un café, me dio un gran abrazo y me regaló un par de medias para el frío de Jerusalén. También me regaló un abrigo francés para fuera elegante por la vida, sin por supuesto mencionarlo. Hablamos de los sueños, los planes y el mundo. También de la importancia de creer con toda la fe posible que al final todo saldrá bien, siempre. “Hihié beséder”. Nunca hasta entonces había pensado en los lazos que pueden llegar a establecer dos mujeres, inmigrantes para más señas, que tienen una pasión en común. Nunca hasta entonces se me había ocurrido que la gente que da felicidad y belleza mantiene el mundo a flote.

Flores Ashdod

Por Fanny Díaz

Division

Yemín Moshé, Jerusalén

Viaje al fondo de Israel

Shuk Majane Yehuda
Shuk Majané Yehuda o Majné Yehuda, como diría un viejo jerosolimitano

Este recorrido comenzó hace mucho, con el sueño de reducir mi casa a una mochila y recorrer el mundo sin más dirección conocida que mi email. Algunas mudanzas después y varios años en Israel, el “modo sobrevivencia” era la regla. Uno de esos días en que todo parece ir mal, tomé la decisión de regresar a los sueños, porque creo que dejar que éstos mueran es –como diría Capote– tan doloroso como la muerte misma.

Cuando al fin logré reducir todo a dos mochilas, no a una como hubiera querido, súbitamente sentí la aprehensión a lo desconocido y a una de las más crudas incertidumbres: no tener domicilio conocido equivale en realidad a ser un sin casa, un homeless. Ahora, enfrentada a la realidad, el experimento perdía todo el glamour del que yo lo había investido. Aun así, mi propósito de recorrer Israel no estaba en cuestión.

Años atrás en el metro de Nueva York escuché a un sin casa decir “I am homeless but not hopeless”. Un gran mantra aun para quien haya decidido conscientemente quedarse sin domicilio conocido. La diferencia es que yo vivo en Israel, la tierra de los milagros, una casa grande a pesar de lo pequeño (o quizás precisamente por eso).

Uno de mis retos era (es) vencer la resistencia a pedir ayuda. Por supuesto, no pretendía ni pretendo vivir a expensas de mis amigos o potenciales conocidos de couchsurfing.com, pero la posibilidad de pedir que me recibieran por algunos días comenzó a ser un ejercicio de desprendimiento y humildad.

Jerusalén de oro

Mi primera parada fue Jerusalén. Un Shabat en la Ciudad Santa es el inicio perfecto de cualquier recorrido por Israel.

El domingo por la mañana fui al Kótel Hamaharaví (el Muro Occidental del Segundo Templo, o Muro de los Lamentos, como se le conoce), paseé por Jerusalén como una turista, dejé que la gente me hablara en inglés sin aclararle que, aunque mal y con acento, hablo el hebreo suficiente para resolver casi cualquier situación cotidiana. Dejé que mis anfitriones me sirvieran el almuerzo y me desearan un feliz viaje, una gran aventura, unos días más calmados.

Alguien podría creer que la escogencia de no tener casa es una privación innecesaria, pero creo que es más bien un ejercicio obligado para quien estuvo demasiado tiempo encerrada en casa.

Pronto pasará. Seguiré con mi propósito de viajar, solo que ahora entiendo el sentido del concepto de pied-à-terre. Pero esa es otra historia. Ya vendrá ese capítulo. Ahora hablemos de esta increíble aventura de salir a la calle. Hay un mundo allá afuera y mucho por descubrir.

Kotel Hamaharabi, Jerusalen
Como los pájaros, un momento de descanso frente al Kótel

Kótel Hamaharaví, Jerusalén
Detalle del Kótel

Yemín Moshé, Jerusalén
El histórico barrio Yemín Moshé, construido en 1892-1894

Book of Life, David Kracov
La obra del artista David Kracov, uno de mis paisajes favoritos en Jerusalén

Pieza de antigüedad, Jerusalén
Guiños plateados del Medio Oriente

MahaneYehuda_detalle_Viejacasanueva
Olores y colores del Shuk Majané Yehuda

Por Fanny Díaz

Información útil

Jerusalem.com/

Top 10 in Jerusalem

en.machne.co.il/

El arte israelí tiende un puente

ArteIsrael_cabezal

Algunas veces pienso que el estado natural de un inmigrante es merodear en las fronteras (no, el símil no es gratuito) del querer pertenecer a su nuevo país y al mismo tiempo asirse a la relativa certeza de su pertenencia al lugar de origen. Solo que esa dualidad puede dejarlo al margen de su nuevo entorno y de paso hacerlo olvidarse de sí mismo, de sus preferencias y sueños, en particular si hay de por medio una barrera idiomática.

En ese merodeo he estado por años en Israel. A la búsqueda de algún pasadizo por donde acercarme a “lo israelí”. ¿Cómo lograrlo por una vía personal? ¿Cómo cruzar la frontera sin perderse a sí mismo en el intento? La respuesta llegó a través de un anuncio de visitas guiadas a galerías de arte organizado por la escuela Basis.

ArteIsrael_grupoLa idea es ver arte contemporáneo israelí bajo la guía de la curadora y artista Noa Raz Melamed. Aparte de galerías de arte visitamos estudios de artistas, hablamos de sus búsquedas estéticas y existenciales, así como sus lazos con la historia del arte israelí y universal. Para el resto del grupo, todas mujeres israelíes, es una oportunidad de conocer mejor la escena artística local. Para mí ha sido una puerta de entrada a la riqueza creativa de Israel. Porque el trabajo de un artista no es aislado, sino que recoge la historia de un país o un pueblo, sus creencias, su manera de estar en el mundo. Además, lo creativo está siempre impregnado de referencias culturales que pueden ayudar a descifrar claves cotidianas a un recién llegado. En el caso de Israel, acercarse a su arte es asimismo acercarse al arte judío.

Estas visitas me han revelado una de las caras de este país que ahora también es mi casa. No pretendo haber conseguido la respuesta para todos. Cada quien descubrirá su propio camino, pero creo que aproximarse al nuevo país a través de una pasión personal podría ser un buen inicio. Nunca es tarde. La aventura apenas comienza.

 

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La artista Maya Gold conversa con el grupo sobre su obra inspirada en vitrales.

 

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Obra de la exposición “Jéder / Room / Habitación” de Guy Avital.

 

ArteIsrael_ChanandeLange
Obras de Chanan de Lange en Noga Gallery of Contemporary Art.

 

ArteIsrael_Yaheli-Sarbagili
Estudio de la artista Osnat Yaheli-Sarbagili.

 

ArteIsrael_NoaRazMelamed
Estudio de la guía del grupo, Noa Raz Melamed.

 

ArteIsrael_ArtSpace
Visita a la galería Macom Leomanut / Artspace en Kiryat Hamelacha, Tel Aviv.

 

ArteIsrael_CheloucheGallery
Un edificio construido en la década de 1920 hospeda una de las galerías más activas de Tel Aviv.

 

Por Fanny Díaz

Design Museum Holon :: Museo del Diseño Jolón

En marzo de 2010, en un edificio concebido por el arquitecto y diseñador industrial israelí Rod Arad, comienza la historia real del Museo del Diseño Jolón (Design Museum Holon, Muzeon haItsuv Holon) tras cinco años de proyectos. Localizado en Jolón, en la zona central de Israel, el Museo del Diseño Jolón forma parte de un proyecto municipal para convertir la ciudad en una referencia cultural nacional.

Los museos del diseño son todavía relativamente escasos, quizás porque el diseño sigue siendo una disciplina joven y en plena expansión. Por eso estos ‘museos’ suelen ser más núcleos de creatividad que lugares de exhibición. El Museo del Diseño de Jolón es sobre todo un centro abierto a la comunidad y un lugar de intercambio del dinamismo creativo israelí.

Uno de los ambientes más emblemáticos del Museo es el laboratorio de diseño, el cual ofrece al visitante una ojeada al proceso creativo de productos industriales e incluso a sus herramientas, como por ejemplo una impresora 3D en plena acción (no olvides pedir al guía una muestra como recuerdo de tu visita). El Museo también celebra la Semana del Diseño, talleres para estudiantes de las diferentes escuelas de diseño del país, actividades de creatividad para el público general y exposiciones de diseñadores nacionales e internacionales.

Fantasía arquitectónica

MuseoHolon

El edificio sede del Museo del Diseño Jolón es quizás la mayor declaración de principios de la institución: en un documental sobre su proceso de diseño, Jacob Even, director general de la corporación municipal de desarrollo de Jolón, resume la obra con la palabra fantasía. Cinco bandas de metal que juegan con el sol israelí anuncian la vocación creativa del edificio y sirven de marco a galerías interiores que dan al visitante la libertad de tomar distintas rutas: concebido como un laberinto circular, los espacios de exposición parecen girar sobre sí mismos.

Diseño gráfico, de modas, industrial, web, de interiores, de tipografía… son solo algunas de las muchas vertientes del diseño que forman parte de nuestro día a día. El Museo del Diseño Jolón sirve de homenaje a esa belleza, extraordinaria y cotidiana a la vez.

Salas de exposición

Érase una vez los niños se divertían con objetos llamados juguetes, hoy literalmente piezas de museo.
Detalles de una fantasía arquitectónica

Links de interés

Página web del Museo
http://www.dmh.org.il/heb/

Página web oficial del arquitecto Ron Arad
http://www.ronarad.co.uk/home/

Descripción del proyecto arquitectónico
http://www.plataformaarquitectura.cl/cl/02-32673/museo-del-diseno-holon-ron-arad

Videos


Por Fanny Díaz

Sabor y letras de Israel

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Aceitunas

Ocurre a veces que el fuerte sabor de estas aceitunas,
aliñadas con dientes de ajo, aceite,
sal, limón, guindilla y hojas de laurel,
te trae a la memoria una brisa de una época antigua: grutas,
un rebaño, una sombra, la melodía de una flauta,
el sonido de una respiración de tiempos ancestrales en
un odre. El frío de una cueva, un emparrado escondido,
una choza en un melonar, una rebanada de pan de centeno
y agua de un pozo. Eres de allí. Te has extraviado.
Esto es el exilio. Vendrá tu muerte, en tu hombro pondrá
su sabia mano, Ven, nos vamos a casa.

Amos Oz
El mismo mar

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